La Cumbre Internacional en apoyo de la Democracia convocada a finales del año pasado por el presidente de los Estados Unidos, ha sido oportuna al tener lugar en momentos de gran alarma no solo por la nueva guerra imperialista provocada por la tiranía rusa, sino ante el auge de gobiernos autoritarios y tendencias no democráticas en todo el mundo. América Latina y el Caribe, como ha advertido Save Democracy desde su fundación, es un ejemplo de la necesidad de apoyo colectivo de la comunidad internacional ante riesgos de erosión de valores democráticos, la existencia de un número de democracias débiles y el silencioso avance de regímenes autoritarios. La sesión virtual de Washington fue una plataforma de defensa del modelo de la democracia representativa y de la gobernabilidad democrática junto al respeto de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción.
Desde esa perspectiva, Save Democracy respalda la importancia de conformar una acción global de países afines en defensa de la democracia en el mundo. Una voz democrática común en foros multilaterales, como reacción conjunta ante los desafíos que enfrentan las democracias es relevante para advertir y contribuir a poner freno a democracias en retroceso y reprobar regímenes autoritarios. También el ejercicio podrá servir como termómetro para medir compromisos y la defensa de valores compartidos de los gobiernos participantes. La segunda Cumbre en el 2022, será una oportunidad para evaluar los comportamientos de cada uno de los Estados invitados en aras de la preservación democrática a nivel global.
La duda es si los gobiernos latinoamericanos que se han escudado en el principio de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados para evitar desaprobar a gobiernos no democráticos podrán cerrar filas en defensa de la democracia global y adoptar compromisos concretos para combatir el autoritarismo conforme a la hoja de ruta de la Cumbre Internacional. Las ausencias de algunos presidentes de América Latina y el Caribe y la tibieza de compromisos de otros, no permite, por ahora, mayor esperanza. Es evidente también que la geopolítica y la realpolitik ha enmarcado el debate y reducido posibilidades de mayor concentración en los factores de la erosión democrática.
Esta Cumbre virtual reafirmó que la defensa de la democracia, los derechos humanos y la lucha contra la corrupción es una tarea central que incluye a la sociedad civil. Los informes anuales de organismos no gubernamentales y estudios específicos sobre el funcionamiento de las democracias son claves para evaluar circunstancias y, donde corresponda, contribuir a restablecer la confianza y la credibilidad en las instituciones democráticas. Save Democracy tiene la voluntad de seguir estimulando ese ejercicio internacional, como lo hace en la actualidad en Latinoamérica, al compartir el papel primordial que le corresponde a la sociedad civil en la concientización y defensa de la democracia en el mundo.
Es la esperanza de Save Democracy que la reunión en Washington, sea un paso adicional en esa dirección.
Y en este tenor, condenamos la nueva invasión del autócrata Vladimir Putin y expresamos toda nuestra solidaridad para con Ucrania y su patriota y valiente pueblo.