La segunda Cumbre por la Democracia tuvo lugar en Estados Unidos (29 y 30 de marzo), con el copatrocinio de Costa Rica por América Latina, y la participación virtual de más de un centenar de jefes de Estado o Gobierno, incluyendo representantes de Taiwán. El número de asistentes pone de manifiesto una ampliación de ocho frente a la primer Cumbre de 2021 (Honduras, en el caso latinoamericano). Los gobiernos ausentes a la sesión representan una serie de países definidos como autoritarios como es el caso de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Tampoco fueron invitados Rusia y China. Sin embargo, la Casa Blanca incluyó a países cercanos a Beijing y Moscú como podría ser el ejemplo de Pakistán que declinó la invitación.
La sesión 2023 ha dejado en evidencia que la iniciativa constituye uno de los esfuerzos más destacados de política exterior de la Administración Biden. La Casa Blanca ha señalado que Estados Unidos y países aliados afines necesitan mostrar al mundo que las democracias son el mejor vehículo para el desarrollo de sociedades libres. Consecuentemente, el objetivo principal del encuentro ha sido analizar la situación de la democracia en el mundo, fortalecer la gobernanza transparente y responsable y poner de relieve el impacto de la guerra de Rusia contra Ucrania. A diferencia de la primera Cumbre, el telón de fondo de la sesión del 2023 tuvo tintes de mentalidad de Guerra Fría. Sobre esa base, Brasil y México se negaron a respaldar la condena a Rusia en la Declaración Final.
Sin embargo, la Declaración Conjunta ha reafirmado el compromiso de las partes en materia de defensa plena de los derechos humanos, el combate a la corrupción, el apoyo a elecciones libres, justas y transparentes. También plantea de manera expresa la defensa de los firmantes ante amenazas transnacionales, incluida la influencia y manipulación informativa extranjera. Esta referencia explícita está relacionada con la proliferación de los llamados programas espía (spyware) que Washington entiende que se han convertido en un instrumento de China a medida que aumenta su influencia tecnológica en los distintos continentes.
Un resultado práctico interesante del encuentro ha sido el compromiso de Estados Unidos de aportar 690 millones de dólares para promover la democracia en el mundo. Esa cifra se suma a los 424 millones de dólares ofrecidos por EE. UU. en la primera Cumbre para apoyar la organización de elecciones transparentes y libres, promover medios independientes y fortalecer la acción global contra la corrupción.
Uno de los mensajes centrales de la Cumbre 2023 ha sido el de advertir que existen corrientes en el mundo tendientes a afectar los valores democráticos. El Secretario General de las Naciones Unidas en particular ha señalado que cada vez se ve más despotismo. También destacó que la historia ha demostrado, una y otra vez, que el liderazgo autocrático no es garante de estabilidad y, en cambio, es catalizador de caos y conflicto.
En este contexto, la Cumbre por la Democracia del 2023 ha sido una reafirmación sobre la importancia de seguir defendiendo los valores democráticos y la vigencia de la democracia. En esa línea, la reunión de jefes de Estado y Gobierno pone de manifiesto también la significación de contar con medios no gubernamentales independientes en defensa de la democracia en el mundo.
Diplomático de carrera, embajador extraordinario y plenipotenciario y ex vicecanciller argentino. Fue asistente especial del secretario general de la ONU e integrante del foro asesor del secretario general de la ONU en desarme durante la administración de Kofi Annan. Colabora para diversos medios de comunicación como Clarin e Infobae.
