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LAS REDES SOCIALES, LA INVASIÓN A UCRANIA Y SU IMPACTO EN LA OPINIÓN PÚBLICA DE EUA

El mundo entero se cuestiona hacia dónde nos llevará la nueva incursión militar de Rusia en la República de Ucrania, un país de mayoría cristiana, que recién cimentaba su identidad como democracia y que ha buscado acercarse cada vez más a Europa Occidental.

Aunque muchos lo desconocen, Ucrania es el segundo país de mayor extensión territorial en Europa después de la propia Rusia, país del que se independizó en 1991 tras la disolución de la antigua Unión Soviética, manteniendo su carácter de líder esencial en la exportación de productos agrícolas: ahí se produce el 18 por ciento de las semillas de girasol consumidas en el mundo; el 13 por ciento de la producción de maíz; el 12 por ciento de las exportaciones de cebada; y el 8 por ciento del trigo, morcajo o tranquillón.

La pregunta que nos compete es ¿cómo la situación en Ucrania ha impactado fuertemente a la opinión pública en los Estados Unidos y qué significa eso para los esfuerzos de los ucranianos para contener el ataque de Putin?

Pese a que los migrantes ucranianos han hecho grandes contribuciones a las artes, ciencias, deportes y otras escenas de la vida cotidiana en los Estados Unidos, Ucrania, como país, no era un tema presente en el imaginario colectivo, tal como lo suele ser México, China o la misma Rusia. Sin duda, aunque su presencia ha sido discreta, han destacado varios personajes como Mila Jovovich, famosa por la serie de películas Resident Evil; Mila Kunich, de la comedia televisiva That ‘70s Show; el ganador del premio Oscar, Leonardo DiCaprio; Dustin Hoffman; el icono de acción, Sylvester Stallone, quien convirtió a Rocky y a Rambo en fenómenos de taquilla globales; y la leyenda de la música Bob Dylan, comparten esa herencia cultural. Ese también es el caso de la admirada y recientemente fallecida jueza del Tribunal Supremo de los EE. UU., Ruth Bader Ginsburg.

En la política, sus descendientes, también han logrado convertirse en líderes respetados tanto en el Partido Demócrata como en el Republicano, ahí están los casos del actual líder de la mayoría parlamentaria demócrata en el Senado federal, Charles Schumer, y de la congresista republicana, Victoria Spartz, quien nació en Ucrania y hoy en día representa el quinto distrito congresional de Indiana.

Pero ¿es esta herencia razón suficiente para que el pueblo estadounidense reclame a la Casa Blanca acción inmediata? La realidad es que no. Entonces, ¿qué es lo que ha provocado que el 73 por ciento de los estadounidenses, según la encuesta de Reuters-Ipsos de abril pasado, apoye el envío de cargamentos de armas y ayuda militar a Ucrania?

Si bien los ucranianos no cuentan con el armamento necesario para enfrentar la acción bélica de Putin, lo que si tienen es un admirable espíritu combativo y un líder que ha logrado acaparar la atención del mundo con un dominio extraordinario del nuevo frente de guerra global: las redes sociales. Esto ha hecho la diferencia. El pueblo estadounidense ha podido escuchar, directamente y sin filtro, los testimonios del pueblo ucraniano, así como los pedidos de ayuda de sus líderes.

Los ucranianos, al capturar la atención del planeta básicamente a través de las redes sociales, han forzado a los miembros de la Unión Europea y al propio Estados Unidos a responder al interés de sus ciudadanos. El presidente Biden junto con su equipo de seguridad nacional, ha sido sumamente táctico: el pasado 28 de abril solicitó un paquete de ayuda humanitaria y militar de 33 mil millones; envió al Congreso una propuesta para modificar las leyes actuales de modo que sea un crimen poseer ingresos financieros obtenidos a través de transacciones ilegales con el gobierno ruso, es decir, se pretende debilitar financieramente a su oligarquía; y pidió eliminar a Rusia del G20.

Biden está claro, este conflicto bélico trasciende las fronteras de Ucrania, pero más importante aún es que el pueblo estadounidense se ha expresado en apoyo al reclamo ucraniano y ha demando acción bipartita.

Moraleja: en el siglo XXI las redes sociales, aún con todos sus retos y defectos, son cruciales para la preservación de la democracia.