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ANNUS HORRIBILIS

El término Annus Horribilis es una expresión en latín que significa literalmente “año horrible”. Se usa para describir un año particularmente difícil, lleno de problemas, tragedias o sucesos negativos excepcionales. La frase se popularizó en 1992 cuando la Reina Isabel II del Reino Unido la empleó en un discurso, refiriéndose a un año lleno de adversidades personales y para la monarquía británica.

El panorama político internacional en 2024 ha estado marcado por tensiones crecientes, desafíos globales y la influencia de eventos clave:

  1. Conflictos Geopolíticos Persistentes: La guerra en Ucrania sigue siendo un punto central, con Rusia buscando consolidar su posición mientras el apoyo occidental a Kiev muestra señales de desgaste. Paralelamente, conflictos en Gaza, Sudán y Myanmar, entre otros, demuestran el incremento de disputas armadas en las últimas décadas, complicando los esfuerzos diplomáticos de resolución.
  2. Evolución de las Democracias: Las elecciones en países como Estados Unidos (noviembre 2024), India (abril/junio 2024) y Sudáfrica (mayo 2024) han sido cruciales. En Estados Unidos, las elecciones presidenciales modificaron el rumbo de una democracia progresista frente al posible retorno de tendencias autoritarias. En India, la oposición buscó frenar el dominio del nacionalista Narendra Modi, mientras que, en Sudáfrica, el ANC enfrentó un desafío histórico tras décadas en el poder y perdió poder aunque siendo el partido más grande.
  3. Cambios Económicos Globales: Las economías enfrentan una resaca económica tras la pandemia y la crisis energética de 2022, con crecimiento global limitado y tensiones sobre la sostenibilidad de la deuda en países más vulnerables. La inflación se mantendrá elevada, y aunque Estados Unidos busca evitar una recesión, Europa enfrenta desafíos fiscales significativos
  4. Tensiones en Asia-Pacífico: La militarización del estrecho de Taiwán y la expansión china en el Mar del Sur de China han seguido siendo focos de fricción. Y Taiwán intensifica las respuestas de China y atrae la atención militar de Estados Unidos y sus aliados
  5. Regulación Tecnológica y Derechos Digitales: La Unión Europea ha liderado con nuevas normativas digitales para limitar el poder de las grandes tecnológicas y proteger los derechos de los ciudadanos. Este esfuerzo regula el flujo de datos transatlánticos y combate la desinformación, estableciendo un marco que otras regiones podrían seguir.

En resumen, 2024 ha estado marcado por la continuidad de los conflictos geopolíticos, la fragilidad democrática en varias regiones y un panorama económico incierto, junto con iniciativas regulatorias significativas en el ámbito digital. Estos elementos configuran un año de retos considerables en la escena global.

¿Y en concreto el panorama político latinoamericano 2024, cómo ha sido? ¿Y las perspectivas 2025?

El panorama político de América Latina en 2024 ha estado marcado por procesos electorales intensos y una mezcla de tendencias continuistas y polarización en diversos países. Algunos de los eventos clave incluyeron:

  1. El Salvador: Nayib Bukele, con una alta popularidad por su gestión de la seguridad, buscó y consiguió la reelección a pesar de controversias legales sobre su candidatura. Su estilo de gobierno autoritario sigue siendo un tema de debate, aunque goza de respaldo popular debido a la drástica reducción de violencia y criminalidad​.
  2. México: Las elecciones marcaron un hito, con Claudia Sheinbaum, del oficialista Morena, liderando las encuestas y ganando la elección, pero todo hace indicar que hay fuerzas políticas impulsadas desde el narcotráfico y otros intereses delictivos, así como de una politización de la justicia en aumento, al igual que un populismo desmedido.
  3. Venezuela: El masivo triunfo de Edmundo González Urrutia de la mano de María Corina Machado, fue desconocido por el régimen del candidato oficialista y sus adláteres. La comunidad internacional ha reaccionado de distinta manera a este robo electoral, según las parcelas ideológicas, pero la represión, asesinato, secuestro y desaparición de civiles (incluyendo niños y adolescentes) ha marcado la Agenda de Maduro y su cada día más estrecho grupo de colaboradores. Al igual que en México, Venezuela está secuestrada por el narco-Estado y sus ramificaciones nacionales, regionales e internacionales.
  4. Uruguay: Las elecciones de octubre marcaron el regreso del Frente Amplio, que aparece fortalecido frente a una coalición gobernante que se desgastó por escándalos recientes. No se duda que el nuevo presidente es un hombre de izquierda democrática y progresista.
  5. Panamá y Honduras: En Panamá, la candidatura del expresidente Ricardo Martinelli, marcado por problemas legales creó incertidumbre, pero finalmente la elección se inclinó por su gran amigo José Raúl Mulino, hombre que de inmediato marcó una Agenda Democrática de solidaridad internacional frente a los regímenes autoritarios, mientras que en Honduras persisten tensiones políticas en el Congreso, limitando las reformas del gobierno de Xiomara Castro​ que tiene mandato hasta enero del 2026.
  6. Argentina: aunque la juramentación de Milei se dio el 10 de diciembre del 2023, toda la coyuntura del año 2024, merece un comentario especial: un gobierno que ha enfrentado lo más virulento de la llamada casta política y una economía marcada por “sangre, sudor y lágrimas”. La mayoría de los indicadores económicos han empezado a mejorar, pero aún mucho hay que hacer en la agenda social, de empleo, lucha contra la pobreza y los pensionados. Veremos cómo sigue enfrentando la tormenta del 2025. De paso, Milei ha abierto una Agenda Internacional de largo alcance y muy activa.

Perspectivas para 2025:

El panorama sugiere una región aún fragmentada y polarizada, donde el voto de castigo sigue siendo un motor de cambio, pero los liderazgos autoritarios con alto respaldo popular, como el de Bukele, podrían consolidarse. Además, los desafíos económicos, sociales y climáticos, como el impacto de las tecnologías y el cambio climático seguirán marcando la agenda política. La estabilidad dependerá en gran medida de cómo los gobiernos gestionen estas tensiones y respondan a las demandas ciudadanas. El populismo seguirá rondando y cautivando algunos sectores empobrecidos.

La región continuará siendo un laboratorio político con alternancia entre proyectos de izquierda, derecha y tendencias autoritarias, mostrando un dinamismo que seguirá atrayendo la atención global.

En un sentido más amplio, el término con el que iniciamos la reflexión se aplica a cualquier año que sea especialmente desafiante o marcado por una serie de crisis, tanto a nivel personal como colectivo.

Sin querer entrar a especulaciones, el 10 de enero del 2025 marcará un antes y un después en Venezuela, pase lo que pase alrededor de esas fechas. Lo mismo el 20 de enero en la Casa Blanca y su influencia internacional.

Por ejemplo, los años que sigan siendo afectados con desastres naturales, pandemias o crisis económicas significativas también podrían ser considerados como “Annus Horribilis”.

Y sin duda, se intensificará el uso de la Inteligencia Artificial y la robótica, con sus consecuencias en positivo y negativo.